Cuando nos dedicábamos a trabajar, las relaciones con los compañeros siempre fueron cordiales, lo que más he de destacar es alguna expresión, aquella en la que uno de los más competentes se quejaba sobre lo malo de la situación de incertidumbre frente a los aconteceres de carácter público. Mi compañero ha llegado lejos incluso creo que ostenta un lugar privilegiado en el ámbito político. Cada uno va haciéndose hueco por donde mejor le viene.
Yo hoy quiero compartir con mi escrito algunas reflexiones referentes a la situación de la sociedad, que ha permanecido más de cien días con un presidente en funciones capaz de desentrañar cuestiones que acerquen a los ciudadanos a preguntarse quién es el dueño del títere que mueve las cuerdas para que todo cobre razón. Quiero decir con esto, que hoy ya cerca de la navidad de 2023, se ha escrito parte de una historia donde su protagonista, le duela a quien le duela, es un político con algo de solvencia en cuanto a comprender las necesidades de la sociedad, siendo capaz de mantener un estatus, a la espera de confirmar su capacidad para gobernar un país, deliberar los temas candentes y como decimos desentrañar todo aquello que va enfocado como incertidumbre, en un momento en el que tener las ideas claras, “mola cantidubi”.
Desde las últimas elecciones de 23J, en el ámbito político de una España democrática, donde el país va mostrando sus habilidades para trabajar conjuntamente no sólo en Europa, sino también en sus relaciones con otros continentes, y ese mismo país hoy la piel de toro compuesta por diversidad de Comunidades Autonómicas se nos muestra en una situación un tanto peligrosa…
Si hablamos del panorama del espacio público, esto es: el ámbito estatal en que se mueven los políticos, periodistas y politólogos, vemos en todos ellos una actitud de fomentar la libertad en grado sumo, representando a un pueblo, una sociedad, un país donde la expresión libre, el desarrollo de la justicia y las soluciones a los problemas de talante social son los entresijos de la estructura, la coyuntura y la infraestructura que acercan a nuestro estado en un lugar de encuentro para discutir sobre las necesidades vitales del españolito de a pie.
Todo esto se está desarrollando en nuestro gobierno, un gobierno que se ha mantenido en funciones y recientemente tomará posesión de su categoría de presidente.
Estos días de atrás hemos vivido dos debates de investidura: uno fracasó y con él perdió el candidato del PP y el otro ha llevado a Pedro Sánchez a lo más alto en cuanto a representación popular,
Han sido estos momentos cruciales cuando hemos visto a los políticos trabajar para solucionar la problemática social, económica y judicial.
Por un lado los partidos de la derecha han hecho un craso error, (me refiero a la ultraderecha) puesto que han provocado en la sociedad un conjunto de manifestaciones y declaraciones mal sonantes, cuanto menos, en que al hablar del gobierno español, tacha a este mismo de producir un golpe de Estado. Hemos visto todos como tras meter la pata, se han ido del hemiciclo del Congreso, y no han manifestado sino manipulación y provocación a los españoles a declarar su manifestación contra la política de un grupo de partidos políticos de diferentes ideologías que se han reunido y han pactado acuerdos para flotar como un salvavidas tratando de hallar una solución a la problemática ideológica de cómo España ha de ser tratada en sí misma.
Cataluña y los independentistas han encontrado su ley de amnistía, Todo tendrá su solución. Dice el Presidente actual que la solución de esta ley no afecta al ámbito jurídico y no es contrario a la Constitución. Ahora el Estado Español se nos muestra con dos necesidades: por un lado tener en cuenta a los españoles de las diferentes comunidades, escuchar las voces de las diferentes culturas, lenguas, y problemas a nivel regional… pero esto y algunos nos lo planteamos… la Constitución Española de 1978 creada por los padres de dicho texto, dejaba entrever una necesidad de valorar la situación de la política y su norma por antonomasia, para dejar claro que España es un país rico en diversidad; por otro lado, la Constitución que tiene un complejo mecanismo de modificación (es necesario un refererndum, y tener un texto nuevo acorde que corra con los tiempos modernos) ha de pasar por la circunstancia de permitir evolucionar, no sólo creando pautas sociales nuevas sino también ha de tener en cuenta el desarrollo de la necesidad del cambio constitucional en lo referente a la Corona de España… ahora es una mujer la futura reina de España, y es que los Reyes son ejemplares para todos los súbditos que encuentran en las ideas independentistas una negación de su personalidad como Jefe del Estado, cargo ostentado por nuestro Felipe VI.
Que si catalanistas, que si republicanos, en fin lo que vengo a defender es un Estado el de España que necesita un cambio en su norma principal… La Constitución.
Pero, ¿quién ha de llevarla a cargo? Pues lógicamente ha de ser el Presidente en concordancia con los distintos poderes del estado (legislativo, ejecutivo y judicial).
Nos falta declarar no sólo, ya decimos, esa necesidad de elaborar otra norma, sino también tener en cuenta los conflictos de carácter judicial, el Tribunal Constitucional (que presenta como tarea pendiente la de ser constituido). También hoy podemos declarar con cierto acierto, cierto tino que ya se escucha en el ámbito de Europa, el nuevo concepto de lawfire, que viene a decir, que no tiene porque entrar en juego la judicialización de la política… es una manera nueva de considerar, que la tarea política no ha de estar basada en trascendencia judicial, esto es la justicia ha de ser independiente, y la política ha de ir por otro lado, haciendo hincapié en la normativa no solo de cara a la constitución de un nuevo texto constitucional (válgame la redundancia), también buscar un diálogo propio de una democracia donde tienen cabida todos los colores.