Andábamos preguntándonos que sería lo más importante para hacer un análisis sobre las circunstancias que se nos presenta como oportunidad de comprender: ¿Por qué las acciones?, ¿Por qué las reuniones?… referente a Cristo: cuando estamos reunidos en su nombre en medio de nosotros esta Él. Entonces, ¿por qué reunirnos? La cuestión no tiene fácil solución, sin embargo hoy puedo plasmar tres actitudes ante la religión, el cristianismo y la necesidad de mantener en equilibrio todo aquello que nos recuerda al Señor. Hay tres partes de una actualizada religión, que nos presenta el actual Papa, que nos hace reflexionar. Por un lado la familia, la Sagrada Familia que se nos ha manifestado desde dos perspectivas el cuadro de la Sagrada Familia Peregrina y el libro Amoris Laetitia (fruto de dos sínodos ya elaborados) por otro lado estamos viviendo con rabiosa actualidad el concurrido Sínodo que se va forjando partiendo de los grupos más a pie de calle.
Esto es lo que hoy nos hace partir cada día a refugiarnos a la iglesia. Pasemos a realizar un análisis, que es de lo que tratamos hoy.
Coincidiendo con el año litúrgico, en octubre de 2014 y 2015 se habla de los últimos sínodos celebrados en los que la familia es el punto a tratar desde diferentes perspectivas. Esto es algo que no ha de quedar en manos rotas o ideas perdidas, todo lo centramos en la imagen de Su Santidad el Papa Francisco I, que elaboró una obra (la cual trataremos de comentar en otro momento) como digo el libro: La alegría del amor. En ella presenta un amplio concepto en torno a la constitución nuclear de la familia, que no nos puede dejar indiferentes a nadie. Con motivo de esta reflexión hemos vivido en nuestra Parroquia, la visita de un cuadro: “La Sagrada Familia, peregrina” que ha tenido sus andanzas en Junio del presente 2022. El cuadro era precioso (ver foto) y la idea de pensar en una familia como Dios manda, es cantidad de motivadora, te hace extender una necesidad como algo aceptable moral y éticamente. Sus tonos azules nos evocan una infancia agradable en que la familia viene a ser un hombre, su mujer y un precioso niño llamado “Enmanuel”, “Dios con nosotros”. El cuadro ha permanecido en nuestra Parroquia de Santa Teresa durante una semana. La obra es de Germán Calvo y está situada en la Capilla Mayor de la Casa de la Iglesia de Salamanca.
Otra de las acciones que hemos desarrollado tuvo lugar en Calzada de Valduciel, una “muy” interesante reunión que vivimos unos cuantos de la iglesia (La parroquia de Santa Teresa), junto a los feligreses y presbíteros todos ellos del Arciprestazgo de la Armuña. Si ver el cuadro y pensar en la familia es interesante, cuánto no va a ser más interesante el recorrido hecho por todas las iglesias que reunidas buscaban “encontrar un sentido a nuestro encuentro” (válgame la redundancia). Fue muy interesante primero la oración luego una mesa redonda y terminamos la tarde del viernes 10 de Junio con un ágape que nos reunió a todos en torno al banquete. Lo que más nos agradó, (no tenemos queja de nada) de dicha velada, fue la reunión en torno a una mesa, que ya dijeron que era redonda, aunque en realidad fuera rectangular. Dicha actuación fue moderada por la periodista Mª Cristina Cenizo. Los integrantes de la mesa fueron el alcalde de Calzada de Valduciel (Román), el vicedecano de estudiantes y comunicación institucional de la Universidad de Salamanca (Tejedo), Antonio de la Asociación Zoes, Carlos Rincón periodista de la Gaceta y una sindicalista (Ana Gil). Toda la sesión tiene unas interesantes ideas y analizar la tertulia resulta un trabajo difícil por lo que con intención de no aburrir al personal trataremos de plasmar en pocas palabras las ideas que allí tuvieron cabida.
Pensar en la iglesia como una institución hace al alcalde tratar con respecto la figura del párroco, que tiene una misión compartida, frente a una sociedad consumista y una actitud frente a la muerte que manifiestan dos necesidades cubiertas por la iglesia en su devenir histórico.
Antonio, de Asociación Zoes, manifestaba su ayuda en el duelo de la muerte. Busca la empatía para hablar acerca de la cohesión social sobre todos los pueblos.
El catedrático de la Universidad de Salamanca, desde la Facultad como institución frente a la religión, dice que “atraviesa los muros” y “encuentra un punto de inflexión” en lo social para no olvidar los valores de los que tratar en la reunión.
Ana, la sindicalista habla de la “gente joven” que “en el día a día es ayudada por la iglesia para no sufrir soledad”
Entre las cuestiones que allí se trataron entran en juego de debate los valores, se planteaban desde el ámbito de la iglesia al profesional que trabaja en dicho ambiente, a lo que el alcalde pedía una reflexión para motivar a la juventud en la educación y la política, parecía buscar y hallar la fe en la incertidumbre: en política hay libertad de religión.
Antonio de Zoes se plantea como velar por el celibato y no olvidar la presencia de la parroquia.
El profesor de universidad pone (ya decimos) su punto de inflexión en la educación. Habla de las funciones y marca las directrices de cara al futuro. Pero, ¿por qué y para qué? “Sacar pecho y no sentirnos avergonzados”
Ana, la sindicalista habla de una situación laboral que no tiene vinculación con la iglesia (desde el sindicato). Nos da pie a considerar que la vocación tiene sentido, aunque es difícil de comprender en el ámbito de los derechos laborales.
El periodista considera que los valores te marcan. Nos atrevemos a dar carpetazo a esta reunión tan interesante planteando la trascendencia y la inmediatez: de sentirse testigos ante los hijos, los compañeros de trabajo y el encuentro con Jesús Cristo Resucitado.
En aquella reunión también tenían la palabra los allí concurridos para manifestar la necesidad de mantener diálogo y crear motivos de discusión. Encontramos la palabra “Sinodalidad”. Allí reunidos no podemos dejar de comentar lo importante del sínodo de este año, que ha tenido su reunión a escala social de Diócesis de España que el día 11 de julio reunió a toda los interesados dentro del marco de la Conferencia Episcopal. Ha mantenido una actitud de diálogo y escucha activa frente a las materias que se hacen su hueco en la relación de las necesidades de talante religioso-social, que nos abre las puertas a una realidad que nos conduce directamente a la toma de conciencia y a la reflexión, maneras de manifestar la realidad de nuestras parroquias.
No podemos dejarnos en el tintero la maravillosa labor de la iglesia, (que funciona), me refiero a todo lo que se ha producido respecto al Sínodo 2021-2023, ya hemos hecho un texto referente a la participación de la Diócesis de Salamanca, pero y como ya se anunciaba, el día 11 de junio tuvo lugar una reunión (a escala nacional), cuyo fruto llegó en forma de documento escrito y redactado para concluir y sintetizar todos aquellos pensamientos, ideas, opiniones… en fin conceptos que ponen en boca no sólo de las altas esferas, sino también de curas, monjas, laicos, seculares… cercanos todos ellos a los feligreses que componen el público crítico reunidos todos ellos bajo la concepción de vivir la vida en comunión fraterna, con la fracción del pan y la oración. (Simbología toda ella del Cristianismo como religión constituida en torno al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo).
El documento en sí, encierra tres partes. Introducción: – Presenta a los grupos sinodales de España en concreto 14.000 grupos sinodales, más de 215.000 personas, unas 70 Diócesis, cuyo fruto llegará puntual a la Secretaría General para el Sínodo de la Santa Sede. -Este trabajo vino en un momento cruento, vivió parte de la pandemia, pero nos ayudó en nuestro intento por volver a la normalidad. Todo ello se ha manifestado en un trabajo escrito, fruto de la riqueza y pluralidad de comunidades, con sus sensibilidades, opiniones, preocupaciones. Se trata de materializar la realidad de la experiencia del discernimiento, así los documentos remitidos a Madrid van a iluminar y ser testigos de manifestaciones que abren nuestros ojos a “la sinodalidad” y “el discernimiento”. Personalmente considero que el mundo está en un momento donde la comunicación se manifiesta con celeridad y cargada de interés, es la humanidad que se relaciona fácilmente, gracias a las nuevas tecnologías, que hacen de nuestra necesidad de informarnos, una necesidad cubierta de forma rápida y eficaz.
-La segunda parte, nos habla del sínodo como tiempo habitado por el espíritu. Habla el texto, de conversión personal, y de iglesia cercana, busca eliminar la indiferencia, que combatimos con la oración sin la cual “no podemos vivificar a la iglesia”, así nos encontramos una iglesia que escucha y acompaña. Que sirve además para desarrollar un papel imprescindible en la vivencia de la fe, singularmente en la eucaristía y el perdón.
-La tercera parte trata sobre los temas que han tenido una resonancia en el proceso sinodal:
La mujer en la iglesia, su disponibilidad para tener presencia en los órganos de responsabilidad y decisión de la iglesia.
La participación de los jóvenes en la vida y la misión de la iglesia
La familia como ámbito prioritario de evangelización.
Los abusos sexuales, de poder y de conciencia en la iglesia.
Diálogo con otras confesiones cristianas y con otras religiones.
Son estas la mayoría de las consideraciones que han gozado de importancia o relevancia en el diálogo fruto de la reunión del Sínodo. Pero además hay otras cuestiones relevantes que han surgido en menor presencia, no obstante han de ser consideradas.
La presencia cualificada de la iglesia en el mundo rural.
El fomento de la pastoral de los mayores.
La conveniencia de incrementar la atención de determinados colectivos tales como presos, enfermos o inmigrantes.
Han surgido también tres temas de vital trascendencia que quizá lleguen a alcanzar su interés en la iglesia: celibato opcional para sacerdotes, ordenación de casados y la ordenación de las mujeres.
A continuación el texto plantea el entendimiento de dos conceptos en los que ya venimos aprehendiendo y aprendiendo: “la fuerza de la sinodalidad” y “la clave del discernimiento” Una complementa a la otra.
Para crecer en “la sinodalidad” una de las funciones hechas ya cuestiones fehacientes, nos invita el texto a desarrollar, promover e impulsar el trabajo de los arciprestazgos (como hemos indicado, en nuestro caso, esto es una realidad, ya indicamos en este texto la grata experiencia del viertes 10 de junio).
Para promover la participación de los laicos, se ha de potenciar la presencia de los laicos en el entramado social: asociaciones de vecinos, sindicatos, partidos políticos, economía, ciencia, política, trabajo y medios de comunicación
Por último dos aspectos, que necesitan especial cuidado son la formación y la celebración.
Para acabar este texto pretendo mantener un espíritu crítico pero con los ojos bien abiertos y la opción de identificar cada cosa por su nombre. Hemos aprendido la palabra: SINODALIDAD, y cada día nos gustan más las reuniones en torno a la Memoria Eucarística, que dirigida por los sacerdotes hacen que cada día amanezcamos con más alegría y esperanzados de saber que Nuestro Padre que está en el cielo, nos llama a reunirnos, y a compartir.