En poco tiempo, como de la nada, ha surgido un nuevo presidente del Gobierno. Rajoy ha cedido en su puesto de “mandamás” de manera irrevocable por haber perdido la moción de censura presentada por Pedro Sánchez que ya tienen un nuevo Consejo de Ministros.

Esta situación (no olvidemos las circunstancias que la provocan) hace historia en la vida político-social de la realidad española.

Tengamos presente que en lo que llevamos de democracia en nuestra nación, se han presentado tres mociones de censura de las cuales sólo la última, la del PSOE al PP, ha llegado a provocar grandes cambios en el espacio político, de tal manera que gracias a los partidos políticos minoritarios que han apoyado con sus votos a esta solución que nos lleva a entender que el Presidente saliente deja muy mal sabor de boca, sobre todo por la corrupción que últimamente está examinando a varios políticos que se presentan como maestros de una habilidad la de llenarse los bolsillos, abusar de las circunstancias de usura y especulación con el montante y contante.

Por un año los corruptos muestran su debilidad como el recién nombrado ministro de Educación y Deporte el escritor Maxim Huerta quien se ha visto obligado a dimitir siendo el ministro que menos tiempo ha permanecido como titular y poseedor de una cartera que se le hacía poco adecuada. Este ministro se presenta asimismo como inocente pero ha caído en su impunidad por desconocimiento de la ley lo cual no exime de su cumplimiento. Esto es para todos pero todos los ciudadanos en contra de la corrupción buscan una manera de mostrar un perfil intachable, esto es no dar de qué hablar sino es para analizar una buena gestión política.

El nuevo gobierno ¿cumplirá?

Los presupuestos a los cuales el nuevo presidente Pedro Sánchez trata de modificar y alcanzar de esta forma una mejora en la situación económica y se ha puesto manos a la obra para elaborar en tiempo y buena forma el Presupuesto General del Estado de 2019, cumpliendo con La Constitución nos lleva a presentar el proyecto de los presupuestos elaborados en octubre de tal forma que si no se aprueban éstos (antes de Enero) se prorrogarán los del año anterior.

Pero no sólo la creación del Consejo de Ministros o la elaboración de un presupuesto ambos pilares de una edificación sólida que evita la corrupción y manifiesta su necesidad de servir con el poder en el ámbito político , no sólo (queremos decir) es necesario también otras circunstancias que se presentan como actos mercadores de maner aque se ha dejado de aplicar el artículo 155 de la Constitución.

Cataluña sigue con una renqueante situación y en busca de una república independentista.

Poco a poco la historia va escribiendo en sus anales históricos como los líderes políticos (unos y otros) van probando y presentando su imagen como adalides puros y sensatos con una presencia intachable y un comportamiento incorrupto.

El caso de la pérdida de la mayoría absoluta el desarrollo de una sociedad donde la sociedad desde la política está en manos de unos pocos para hacer que los votos de los partidos de talante nacionalista sean clave para llegar al desarrollo de una política que se percibe como necesario al consenso y el diálogo para ver y encontrar solución a nuestra problemática ideológica.

Así hasta aquí la situación de una nueva política que nos llevar a entender grandes soluciones frente a problemas de carácter gubernamental buscando una gestión que sea adquirida con la convivencia tranquila que hace de España y Cataluña los puntales de una problemática que les obliga a percibir el entendimiento cómo y cuándo dará un giro nuestro país en busca de solucionar la problemática de carácter territorial, que no es otra cosa que un problema aún en el tintero pero en espera de su resolución tomando cartas en el asunto, con respeto y diálogo.

La Constitución, la Monarquía, el control económico y la justicia son las columnas de esta magnífica edificación sobre la cual podemos sostener aquello que adoramos bien sea un desarrollo político bien gestionado bien se trate de un balance de la economía ecuánime y justa.