LA PANDEMIA HACE PUPA

Llevo mucho tiempo sin poder hacer una reflexión de estas que tanto nos gustan sobre la situación de nuestra existencia. Estamos en una terrible depresión sanitaria, jugamos con la salud…el día 22 de diciembre del año 2021, el día del sorteo de la  lotería de Navidad, me tocó en suerte contagiarme con el Coronavirus, desde ese día en que “di positivo” vengo luchando a vida o muerte tras una estancia en el Hospital nuevo de Salamanca. Estaba aquella mañana con mucha fiebre (había pasado toda la noche tiritando) y al hacerme la PCR resultó que había cogido el virus (el bichito). Fue entonces cuando empezó mi odisea, tras un triple periplo a modo de traslado: tres viajes porque no me veían nada y como se me había pasado la fiebre  me mandaban para casa.

Leer más: LA PANDEMIA HACE PUPA

Puedo decir que mi cuñada me ha salvado la vida, si no hubiera sido por ella y por mis dos hermanos, yo no estaría contando lo acontecido. Cuando estaba en casa antes del primer ingreso, Raquel (Raqui, mi cuñada) me envió un oxímetro para controlar el oxígeno en sangre, daba saturaciones muy por debajo de lo normal, Raqui que es doctora, enseguida entendió que necesitaba hacerme una radiografía. No me la hicieron hasta que como ya digo quedé ingresada y me devolvieron a casa por dos veces. A la tercera ya me atendieron en condiciones, (Gracias a Dios)

Como digo fue en esta tercera visita al hospital, que me hicieron la placa y los análisis, tras estas pruebas me dijo la doctora de urgencias, que el Covid, se me había complicado con una neumonía bilateral. Me ingresaron. Por fin pudo ser, ¿cuántas personas no habrá podido ser bien atendidas?, Eran fechas muy malas y los doctores como personas humanas que son necesitan sus vacaciones… pero es tan duro no encontrar gente consciente de que su labor consiste realmente en salvar vidas. La falta de experiencia hace las cosas más difíciles.

Una vez ingresada lo primero fue una dieta absoluta con gotero, pasé unos días pronada (colocada bocabajo para respirar mejor).

Desde el día 22 estuve con oxígeno día y noche: tres meses. Luego he ido mejorando, espero que para agosto me den el alta, la verdad es que me encuentro mejor que antes de la sufrir en carne la pandemia, ya que antes al agacharme y levantarme deprisa me mareaba pero ahora me agacho y levanto sin problemas. Es mucho lo que he mejorado.

Tuve que tomas corticoides y me he inflado un poco. Dicen (lo que entienden) que eso se pasa pero no sé por cuándo tiempo. Me han dicho que un par de meses. Tuve otros problemas como un poco de acné y algo de alopecia, pero ya tengo superado todo eso.

El día que salí del hospital escuché las noticias y aquel día  habían fallecido en Salamanca nueve personas. Gracias a Dios  y a los sanitarios logré pasar lo más grave. Algunas veces lo he comentado, dos cosas muy importantes: primero, “creí que me moría, pero me dijo el médico que lo habían cogido a tiempo”. Y segundo “llamé a las personas con las que había estado y ninguna dio positivo, Me quedó el consuelo de que no había contagiado a nadie.

Mi estancia en el hospital fue muy dura, aunque tuve una habitación para mí sola. Mi familia no podía ir a verme, menos mal que tenía el teléfono. Puedo recordar con gran alegría el día que mi hermano Antonio, mi hermano pequeño me visitó. Le pusieron el traje y los EPI homologados anti-contagio y estuvimos juntos diez minutos.

También puedo contar que el Capellán del Hospital, Don Fernando, me visitaba y me daba la comunión a diario me traía un par de botellas de agua y la Hostia Sagrada.

Aunque estaba sola de vez en cuando sonaba el teléfono, fueron muchas las personas que llamaban preocupadas por mi salud, me han ayudado mucho a superar esta situación, No solo los feligreses de la parroquia de Santa Teresa, que me han dicho que pedían por mí, también me han acogido con entusiasmo (literalmente, me hicieron una ovación) en aquellos lugares a los que asiduamente acudo, y a los que he tratado de continuar con la mayor normalidad posible.

Y ya que no he contagiado a nadie me gustaría contagiar mis ganas de vivir necesarias para superar una pelea tan dura como el debatirse entre la vida y la muerte, sin perder la última esperanza que no se ha de perder. En otras palabras es importante no caer en depresión a pesar de la adversidad o fatalidad de contagiarse con este virus o pandemia que tantos muertos se ha llevado por delante.

Referente a los sanitarios, hay mucho que comentar: sentí la desdicha de caer enferma por Navidad y claro los doctores titulares estaban de vacaciones, (que tienen derecho y yo lo entiendo) a todo nos gusta estar en familia y aprovechar el tiempo entrañable de una celebración del nacimiento de Emmanuel (Dios con nosotros). Cada uno lo celebra a su modo y los doctores han de vivir también sus horas de íntima vivencia personal con su familia, lo que se agradecería es que saliera algún Decreto-Ley para que algunos sanitarios especializados en urgencias cubran esos días tan distendidos. Los poderes constituidos debían tener en cuenta la necesidad de que los doctores estén hoy formados y sean capaces de atender y curar a sus enfermos que por distintos motivos se ven con “la soga al cuello”.

De mi estancia en el hospital, todavía me acuerdo del trato recibido por las enfermeras y auxiliares. Frente a mi imposibilidad de moverme por estar “enganchada” al oxígeno estos trabajadores se encargaban de mi higiene y aseo, con el incómodo pañal, trataba de agradecer sus servicios siempre que tenía ocasión,., Como dice la canción de Ana Belén: “solo le pido a Dios, que la vida no me sea indiferente”… si hay una falta de salud, lo importante es luchar para encontrar el alivio. Este virus es una pandemia en algunos casos  muy grave, y yo hoy puedo dar testimonio de que es superable. Nos ha hecho pupa, y “lo que te rondaré morena”.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s